Lingüista emérito visitó Unibagué en el Día del Idioma
- Comunicación Institucional
Ramírez dirigió la conferencia La lectura y escritura con enfoque discursivo.
Luis Alfonso Ramírez, investigador emérito de Colciencias, visitó la Universidad de Ibagué como invitado especial en la celebración del Día del Idioma el pasado 23 de abril. El lingüista, filósofo y literato, nacido en Rovira, es uno de los hombres más destacados de la academia colombiana y cuenta con una producción de seis libros y 38 artículos científicos en que aborda la lingüística, el lenguaje, el significado y el significante.
En su paso por esta alma máter, Ramírez desarrolló la conferencia La lectura y escritura con enfoque discursivo, en la que expuso la importancia de la lectoescritura, mediante la presentación de una metodología para acercarse a los textos, no solo para informarse sino, también, para apropiarse, y llegar a niveles de discursividad y de dialogar sobre lo que se lee.
En segunda instancia, Ramírez compartió con académicos de la Unibagué como la decana de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, Fadhia Sánchez, el profesor Orlando Barón y la docente Gina Quintero, del Área de Lenguaje de la Unibagué.
El rovirense expuso su mirada frente a la construcción de ciudadanía desde la lectura y la escritura en las aulas de las universidades, abordó sus inquietudes sobre las nuevas tecnologías y la responsabilidad de los académicos en el nivel de lectura que presenta el país, también recordó a la Ibagué de los años 70 y sus lecturas en el parque Centenario de la Capital Musical.
Frente al interrogante ¿Cómo construir ciudadanía desde la lectura y la escritura en las aulas de clase?, Luis Alfonso aseguró que el reto más importante que tiene un profesor es entregar a los alumnos herramientas para que se conviertan en pares conversacionales. “Antes de emitir conocimiento, la tarea es formar estudiantes que puedan dialogar. Ese es el aporte a la ciudadanía”, concluyó.
Frente al interrogante ¿Cómo construir ciudadanía desde la lectura y la escritura en las aulas de clase?, Luis Alfonso aseguró que el reto más importante que tiene un profesor es entregar a los alumnos herramientas para que se conviertan en pares conversacionales. “Antes de emitir conocimiento, la tarea es formar estudiantes que puedan dialogar. Ese es el aporte a la ciudadanía”, concluyó.
En el tema de las nuevas tecnologías, el investigador apuesta a una comunicación real, dialogal. “Hay que hacer que las nuevas tecnologías tengan la posibilidad de respuesta, de diálogo”, declaró. Dejó entrever que la educación con perspectiva solo de aprendizaje complejiza la labor docente.
“Ahora la formación está ligada al aprendizaje. En ese sentido, el papel del profesor sobra, y el trabajo del docente es hacer de nuestros alumnos un interlocutor efectivo”, expuso.
Al indagar a Ramírez sobre la responsabilidad de los docentes en los índices de lectura nacional, respondió: “El siglo XX fue dominado por la escritura; los grandes filósofos se hicieron porque sabían manejar el lenguaje escrito y produjeron las grandes obras, la meta final del proceso era que el estudiante pudiera integrarse a la sociedad desde la escritura: el que no escribía no existía. La imagen irrumpió, el concepto se perdió, un conferencista con imágenes tiene mucho éxito, pero si va a teorizar a exponer conceptos fracasa. Esta generación está muy dispuesta a la publicidad, la razón pasó a un segundo lugar y prima el cuerpo”.
El maestro también recordó en su charla el extinto café Grano de Oro, la cafetería La Florida y los billares en que sus pasos abundaron.
“Ahora la formación está ligada al aprendizaje. En ese sentido, el papel del profesor sobra, y el trabajo del docente es hacer de nuestros alumnos un interlocutor efectivo”, expuso.
Al indagar a Ramírez sobre la responsabilidad de los docentes en los índices de lectura nacional, respondió: “El siglo XX fue dominado por la escritura; los grandes filósofos se hicieron porque sabían manejar el lenguaje escrito y produjeron las grandes obras, la meta final del proceso era que el estudiante pudiera integrarse a la sociedad desde la escritura: el que no escribía no existía. La imagen irrumpió, el concepto se perdió, un conferencista con imágenes tiene mucho éxito, pero si va a teorizar a exponer conceptos fracasa. Esta generación está muy dispuesta a la publicidad, la razón pasó a un segundo lugar y prima el cuerpo”.
El maestro también recordó en su charla el extinto café Grano de Oro, la cafetería La Florida y los billares en que sus pasos abundaron.